Íntimo nacer

Cejas que resquebrajan el cielo de la difunta fecundación,
Tertulia infectada por la turbulencia de lo no nato,
Luna que enternece al arrecife crepuscular,
Septiembre que inyecta la ficticia encarnación,
Y deseo que sepulta la crepanación nectambular.

Anhelo desentumeciente que araña,
Que arrastra, que tose, que entierra,
Mutación inmaculada que vitaliza la ranura quebrada,
Mientras decae la velocidad del ferrocarril herido.

Deslizante aroma con sabor a sombra,
Caricia lejana que fecunda mi imaginación,
Embrutecimiento que me encadena a esta adicción mental,
Belleza pigmaliónica que construye mi patético renacer.

Emanación de placer pudoroso,
Que se alimenta del tiempo callado,
Palpitante de una vena resbaladiza que escandaliza
Que escupe y que jadea mi ágil corazón.

Paralizante droga que en esta situación me encierra,
Monologación del alma que emerge sin cesar,
E intensa intimidad que nace en soledad
Para asistir al bautizo de la nueva pasión ficticia
Que se ahoga en el beso de su autónomo nacer.

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