Manus critus

Manos que escriben
sin querer hacerlo, escriben
por una cuestión automática,
el lapicero se posa entre ellas,
y en su fuerte galopar
es masturbado
hasta quedar sobre el escritorio
como un joven fumando
sobre las sábanas
destendidas de su cama.
Escriben mis manos sin razón alguna,
escriben, escriben, ESCRIBEN, escriben
y cuando al fin terminan,
caigo muerto, excitado, cansado, inerte, fecundado,
postrado ante un lapicero
con la tinta derramada
y un papel lleno de garabatos sin sentido.

Piel nacida

Prepucio osculante
que navegas en la calma criptérica,
conjunto de células que tejen la oscuridad,
herida que profundiza el panteón de un sucio deseo,
cicatriz que quemas al despertar,
piel que mueres al nacer,
besas la sepultura de tus signos vitales
flancas el polvo muerto de una nueva tela,
arrivante asesino del cruel vociferar,
renaciente cercionado por el placer del gritar,
aliméntate de la tierra de tu nueva morada,
maquinalmente seudo infecta carne caída,
ayer siendo almacén de las ideas de un ser viviente
y hoy siendo esclerosis maldita
que cayó al presenciar un triste nacer.